Esta clasificación de riesgo es solo una herramienta orientativa calculada según la Metodología de Finsmart. No es una asesoría, ni respaldo ni recomendación de inversión.
Todo aceptante de facturas (empresa pagadora o adquirente deudor) pasa por el proceso de evaluación según la Metodología de Finsmart, la cual consiste en evaluar un conjunto de variables enfocadas en conocer y medir la experiencia de la empresa, tanto en su sector como en el Sistema Financiero.
Las principales variables que evaluamos son:
Antigüedad en el negocio
Número de trabajadores
Clasificación en el Sistema Financiero
Nivel de deuda directa e indirecta
Garantías que respaldan sus obligaciones
Promedio de días de pago
Niveles de importación/exportación
Protestos.
Además, tomamos en consideración el Criterio experto (+/-): Efectividad con Finsmart, experiencia con factoring en otras entidades, nivel de exportaciones/importaciones, nivel máximo de deuda alcanzado, grupo económico, EEFF, deuda vencida, situación del sector económico, noticias, entre otros.
Cada variable tiene un determinado peso, que luego de una ponderación total (del 1 al 100), es reflejado en una calificación interna dividida en escalas: B, B+, A, A+, A++.
Es importante mencionar que, para ofertar las facturas, deben cumplir con un puntaje mínimo obtenido de 70.
Finalmente, estas escalas nos permiten definir cuál será la línea máxima otorgada a cada aceptante.
Puedes conocer el detalle sobre las clasificaciones de riesgo Finsmart aquí.